Hoy ya es mañana.
Los héroes marcharon, cambiaron la espada por una estúpida cachiporra, los dragones desaparecieron en busca de nuevas oportunidades.
Llegaron los reajustes en la fabrica, con la memoria enlatada para el almuerzo.El ultimo unicornio murió esperando el autobús, en plena consciencia de sus facultades.
Es tiempo de sanar la fiebre del trópico, lejos de los piratas, a la sombra de una palmera y esperar.
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